Ticuchi es un  bar y proyecto gastronómico que abre sus puertas a finales de 2019 en el mismo lugar donde nació Pujol, el restaurante insignia del reconocido chef mexicano Enrique Olvera.

Su nombre—que significa murciélago en mixteco—sirvió como pauta conceptual del proyecto arquitectónico: una cueva que reduce la luminosidad al mínimo para exacerbar el rol del tacto, el olfato, el sonido y el gusto en la experiencia de los comensales.

El interior se presenta como un cenote íntimo y oscuro, delineado por acentos de luz que develan sus cualidades primordiales a la vista. Al fondo, un tragaluz circular—ornamentado por helechos y un cuerno de alce suspendido—permite la entrada del sereno nocturno. La barra central rectangular alberga el núcleo mixológico del proyecto, mientras que el conjunto mixto de mesas dispuestas en torno a sillones, taburetes y sillas cobijan nichos de encuentro grupal.

Desde el exterior, el espacio se abre a la calle a través de un gran ventanal abatible que ofrece un inusual vistazo a la cotidianidad de la cocina. Un gesto que recibe a los comensales con la calidez de su comal y los cocineros que preparan platillos inspirados en la gastronomía oaxaqueña; y una invitación abierta a los peatones que perciben los aromas desde la acera.

La singular propuesta arquitectónica e interiorismo, en diálogo con el rico programa gastronómico, ofrecen una experiencia sensorial suntuosa. Un nuevo pilar en el repertorio de uno de los principales exponentes de la gastronomía mexicana.